Ksenia Karelina, una ciudadana estadounidense-rusa, ha sido condenada a 12 años de prisión por un tribunal ruso por hacer una donación de $51 a una organización benéfica que ayuda a Ucrania. La condena, considerada como traición, ha generado preocupación internacional por la severidad del castigo por una contribución caritativa relativamente pequeña. Karelina, que también es bailarina, fue arrestada mientras visitaba a su familia en Rusia. Este caso destaca las tensiones crecientes entre Rusia e individuos que apoyan a Ucrania en medio del conflicto en curso. La sentencia ha sido criticada por su dureza y el mensaje que envía sobre la donación caritativa en un entorno políticamente cargado.
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